Holanda vive una semana histórica. La víspera a la coronación tiene a Amsterdam y a sus ciudadanos de fiesta.
La aerolínea KLM, propiedad de la Familia Real, ofrece un 10% de descuento en su free shop con motivo de la coronación de William Alexander.
Luego de 33 años en el trono, Beatrix,
le cederá la corona a su primogénito. Esto significa que los Países
Bajos tendrán su primer rey desde 1890. Si bien en la entrevista que
Máxima y el Príncipe William Alexander dieron para la televisión
holandesa, aseguraron que no estaban nerviosos frente a uno de los
acontecimientos más importantes de su vida, la pareja real ensaya con sus hijas día y noche para el gran día.
El próximo lunes 29 de abril, el mismo día de la gala, llegarán
custodiados junto a Amalia, Ariane y Alexia para repasar sus posiciones,
in situ.
La Maximamanía
Las principales revistas europeas la tienen en su portada. La edición española de Vantiy Fair
ilustró su tapa con la futura reina holandesa y tituló: Cómo se fabrica
una reina perfecta. En la misma página principal, le sugiere a Letizia
de Asturias que imite a la inminente reina: “¡Tomá nota, Letizia!’’. A
la estación de Amsterdam Central no dejan de llegar turistas de todo el
mundo. “Venimos a la coronación. Nunca antes tuvimos tan cerca un evento
de esta magnitud. Amo a la realeza”, asegura Pierina, una estudiante de
Letras de Perugia, Italia.
La coronación le implica al Estado un
gasto de 11 millones de euros, sin embargo son pocos los que se quejan
de que se gaste este presupuesto en plena crisis europea. ‘’Hace más de
33 años que no teníamos un evento tan importante’’, explica Yvonne Phoebe, editora de la revista Privée,
el semanario sobre la realeza y el espectáculo más vendido de Holanda.
Todos esperan verse beneficiados con la asunción. Por empezar el 30 de
abril se le dará asueto a los empleados públicos. Los comerciantes, los
taxistas y los gastronómicos esperan hacer una buena diferencia.
"La Casa Real gasta mucho pero también
devuelve. Su imagen es muy favorable para Holanda. Gracias a la
coronación, mi facturación aumentará notoriamente", asegura el dueño de
un restaurante argentino. Un libanés le da la última mano de pintura a
una de las puertas laterales de la Nieuwe Kerk, la Iglesia Nueva de
Amsterdam. Allí Máxima y el Príncipe se casaron bajo el rito protestante
y allí se convertirán en los reyes de Holanda.
La cara de Máxima y Alex – como la
princesa lo llama en la intimidad –se reproduce en las vidrieras de
todos los locales que venden souvenirs como también en los bancos más
importantes de Holanda. NOS, el canal público holandés, ya se
prepara en la Plaza Dam para la transmisión . Una productora asegura que
hace varios días que no duerme.
“Desde que la reina anunció su
abdicación, mi vida pasa por los Orange”, asegura entre risas. Hay
varios programas especiales que muestran la vida de Máxima, su marido y
su suegra. Una holandesa, tan fanática de Máxima como parecida, está
convencida de que en otra vida fueron amigas. “La amo, siento que la
conozco. Ojalá fueran todas las princesas como ellas y yo encontrara un
príncipe como Alex’’, asegura Marjan.
No todo es euforia en Amsterdam. También
hay miedo por otro posible atentado (en 2009, en pleno festejo por el
Día de la Reina, un hombre quiso atentar contra la Familia Real). Por
esta razón, habrá 10 mil policías custodiando a Máxima, a su familia y
al pueblo holandés. “Espero que nadie se atreva a hacer algo con la
gente que está ahí. Creo que lo organismos de seguridad van a hacer su
trabajo. Confío en ellos y así soy en la vida”, dijo Máxima en su última
entrevista como princesa.Soledad Ferrari.